domingo, 25 de abril de 2010

A clases mañana

Clase de Educación Comparada: De acuerdo con lo informado por nuestra académica, la Maestra Magali, mmañana regresamos a la aulas, hagamos de cuenta que nos adelantaron el puente de mayo. Ígualmente las páginas de los diarios nacionales como El Universal nos muestran a Lara desdoblando su banderita frente a la reja de Rectoría. Nos veremos mañana, las cosas siguen su curso. Compañeras del A, esperamos su presentación.
Para variar les presento un par de artículos dominicales aparecidos en El Universal y Milenio. Dos enfoques sobre un tema común: la UACM, la que por cierto tiene nueva autoridad, una rectora. Dos temas diversos, Sabina y los pollos de Evo. Vale.

Sabina y la UACM
Sara Sefchovich
El Universal
Domingo 25 de abril de 2010 Apenas pisó suelo mexicano, Joaquín Sabina ya estaba criticando la política del presidente Calderón en el combate a las drogas: “Fue muy ingenuo al plantear la batalla al narcotráfico, porque esa guerra no la puede ganar él ni la puede ganar nadie”, dijo.
Es muy interesante que, sin ser ciudadano mexicano ni estudioso de los asuntos mexicanos el cantante español se haya permitido criticar al gobierno del país al que viene a presentar un show. Y es muy interesante que lo haga sin que lo regañen —por menos que eso, hace unos años regresaron a un recién enviado embajador de México en Costa Rica y allí mismo terminó su carrera diplomática— sino encima haciéndole la deferencia de que el mismísimo secretario de Gobernación le respondiera públicamente a sus señalamientos.
En una carta publicada en los diarios, Fernando Gómez Mont se tomó la molestia de explicarle al artista que las cosas no son como él cree: negó “que el gobierno federal haya actuado en cualquier momento con ingenuidad” y defendió “la decisión de actuar contra del crimen organizado (la cual) partió de un diagnóstico que cada día muestra resultados más contundentes y avanza en el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública y el sistema de justicia”.
También es muy interesante lo fácil que el ministro convenció al cantante de que el discurso oficial dice la verdad, porque unos días después ya se había arrepentido de sus palabras y decía que “el ingenuo soy yo”. Pero claro, se trata de una persona que cambia fácilmente de opinión, porque a los cuatro vientos había declarado que lo que más feliz le hacía es “no tener que comer con presidentes” y unos días después de decirlo, ya estaba aceptando una invitación a comer a la residencia oficial de Los Pinos.
Y por fin, también resulta interesante que el primer mandatario que tanto se enoja con los que lo critican, se haya mostrado feliz y solícito con el señor Sabina y con todo y lo ocupadísimo que se supone que está, atendiendo los asuntos nacionales, le haya dedicado tres largas horas.
¿Qué hizo Joaquín Sabina para merecer tanta deferencia, mientras que nosotros, los que vivimos aquí y sufrimos los resultados de las decisiones gubernamentales y los que nos pasamos los años quemándonos las pestañas para entender a este país y hablamos y escribimos sobre él, nunca conseguimos que el gobierno nos escuche y tome en serio nuestras críticas? ¿Cuántos han dicho lo mismo que dijo Sabina sobre la guerra contra el narco y nadie les responde ni los agasaja?
No encuentro otra explicación para este asunto que el eterno afán mexicano de quedar bien con los de afuera, mientras los de adentro les importamos un cacahuate. O sí, hay otra explicación, y ella es el eterno doble discurso que permea a la política mexicana.
Que lo diga si no el siguiente ejemplo: la Asamblea Legislativa le da un reconocimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México por la importancia de su labor en la educación. Los allí presentes le aplauden al rector José Narro cuando dice que “sin un sistema educativo vigoroso y de calidad una sociedad está condenada”. Y todo eso sucede al mismo tiempo que ese cuerpo legislativo le estaba negando recursos a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México cuya función es precisamente educar a jóvenes. ¿Alguien entiende?
La razón que argumentan es que los resultados de la institución son pobres. Y por eso pretendían convocar al hasta hace unos días rector Manuel Pérez Rocha, para que les “informara”. Pero él se negó a acudir, porque se trata de una institución autónoma, lo cual, de acuerdo al artículo tercero constitucional, significa que no tiene que informar más que a su propio Consejo Universitario. ¿Se les olvidó a los asambleístas la ley?
Claro que sí, como se les olvida todo lo que no sean sus intereses personales y partidistas, aun si como afirma Miguel Ángel Velázquez, este asunto “más que un despropósito, es una traición”. ¡Y sobre todo viniendo de la supuesta izquierda que siempre le está criticando al gobierno federal y a la derecha porque no apoyan la educación y la cultura!
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM


Los aztecas se atascaban de pollo
Luis González de Alba
Milenio, 25 de abril de 2010
Resultados de un siglo de relativismo cultural, nacido en Nueva York y cultivado en universidades parisinas, según el cual todo pueblo tiene “su verdad”, tan válida como otra: en Irán el ayatolá Z explica los temblores recientes, de Haití a China, por la maldad de las mujeres: son éstas, por inducir a los castos hombres al pecado, las que causan terremotos. Explicación tan válida como la “occidental”: la corteza terrestre está flotando en magma y rota en pedazos que se traslapan de vez en cuando.
Los obispos católicos no se quedan atrás: fuerzan a niños y jóvenes a causa de ver tanto pecado, se les antoja. Y tienen razón: se llaman “neuronas espejo” las que responden cuando oímos o vemos algo que, realizado por nosotros, proviene de esa zona cerebral. De ahí el éxito de la pornografía. Trajeron al Papa a santificar un vidente del que no hay rastro histórico alguno y en el que no creía ni el abad de Guadalupe ni autoridad religiosa alguna en todo el siglo y medio anterior a 1648, cuando se inventaron las apariciones; a diario convierten pan en el cuerpo y la sangre de Jesús… y se lo comen, como cualquier caníbal.
Tras de canibalizar a Jesús en misa, Evo Morales, presidente indio de Bolivia, sale a decirnos un pequeño listado de barbaridades y se queda tan orondo: Que la homosexualidad la producen los pollos transgénicos engordados con hormonas femeninas. Olvida que los antiguos aztecas, tan entusiastas practicantes de la homosexualidad, se comían a los tlaxcaltecas porque no había pollos ni vacas ni cerdos ni borregos ni cabras ni caballos, traídos todos de España. Que no hay relación alguna entre hormonas y homosexualidad. La hormona masculina principal, la testosterona, produce los caracteres secundarios masculinos: voz grave, vello corporal, barba… y calvicie. No hay hombre muy peludo que no sea calvo. Y hay homosexuales en todas las versiones de la masculinidad, desde el lampiño de voz frágil hasta el oso peludo… y calvo.
La cabellera de Evo indica baja testosterona
Por si algo faltara al analfabeta que preside Bolivia, los pollos engordados con hormonas no son transgénicos porque no se ha actuado sobre su ADN (que alguien le explique a Evo qué es eso, a mí me da flojera). Evo es prueba del democrático reparto de la estupidez entre todas las razas.
Del pueblo de Canoa a Tláhuac hemos visto al pueblo, bueno y noble masacrar estudiantes poblanos en 68 y quemar vivos a dos investigadores en 2004 (que un disparo al aire habría salvado). Ni fray Juan de Zumárraga, testigo principal del estampado de la Guadalupana según el mito, convence a los fieles: “Ya no ocurren milagros porque piensa el Redentor del mundo que no son menester. No andéis pidiendo milagros para que no quedéis como Herodes”… que le pedía a Jesús un milagrito para dejarlo libre.
Y cada 21 de marzo, multitudes de blanco destruyen Teotihuacán para cargarse de una energía imaginaria, aunque el equinoccio caiga en 20 o 22. Y ven luces maravillosas. Si la Tierra no tuviera atmósfera, el ejemplo visual del equinoccio sería el momento en que la línea que separa el día y la noche, que no coincide con los polos de rotación por la inclinación terrestre, pasa sobre ambos polos. Son dos instantes al año, sin relación con energías. Y con todo, la última moda de Occidente es dar razón a todos: avergonzarse de las conquistas sociales, científicas y técnicas que nos dan agua entubada, luz por la noche e igualdad ante la ley.
El otro agujero negro: la SEP
Casi un 20 por ciento del presupuesto federal se va por un agujero negro: no sabemos cuántos maestros dan clase y cuántos reciben salario y prestaciones para dedicarse a la grilla sindical. Nada más en Oaxaca son 10 mil, y Oaxaca es el estado con el peor nivel educativo; en Michoacán se niegan a aplicar a sus alumnos la prueba ENLACE. Pero ya tienen un aumento de 4.5 por ciento y 900 millones de pesos para repartir entre el sindicato de la señora que no logra pronunciar palabras con más de dos sílabas y no sabe el lema de la UNAM. Nos dicen que se repartirán entre los maestros de los alumnos que salgan mejor evaluados… He ahí, sin ser brujos, el móvil para filtrar las respuestas a los alumnos y entrar al reparto de los millones.
La universidad más cara del mundo
Todo puede ser siempre peor (segunda ley de Murphy) y en eso que hace diez años llaman Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), ocurrencia desvelada del jefe del gobierno que aún oculta los precios de sus obras mayores, a donde se ingresa por rifa (no, no es broma), se han titulado 28 personas. La formación de cada una nos costó a los causantes 357 millones de pesos, denuncia María Esther Orozco, candidata a rectora de eso. A ver, en una carrera de 5 años cuesta 35 millones 700 mil pesos el semestre. Mil veces más cara que el Tec. ¿Por qué no damos mil becas para el Tec a mil estudiantes pobres? Nos cuestan lo mismo y aprovecharán más que deglutiendo bocados de odio social.

Mi página web: www.luisgonzalezdealba.com [1]

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