Hola a tod@s: en primer lugar déjenme expresarles mi extrañeza ante la ausencia de preguntas en la plática de hoy viernes en la mañana. Creo que había mucha tela de donde cortar dada las caracteristicas de la expositora, Aileé Salazar, egresada del ICEUABJO y con las herramientas conceptuales y metodológicas adquiridas en la escuela de la que próximamente ustedes egresarán. Si bien el plan de estudio es diferente pues ella pertenece a la segunda generación de la carrera, plan 99, había muchas más tela de donde cortar. Puedo pensar que tenían otras preocupaciones más inmediatas y urgentes pero en fin se dejó ir una buena oportunidad para interactuar y la verdad me quedé un tanto desconcertado.
Bien, pasando a otro asunto. Les dejo este artículo que encontré en la revista Milenio semanal a propòsito de la educación mexicana. Lo inserto porque utiliza fuentes foráneas para elaborar su argumentación y nos va a servir para revisar la última unidad. Va pues y estemos atentos porque si hubiera algún jaleo en CU como se rumora nos veríamos en los horarios acostumbrados en el instituto. Buen fin de semana.
México, el secuestro de la educación
Los maestros mexicanos están entre los mejor pagados y de más baja productividad; los estudiantes van en último lugar en ciencias, matemáticas y competitividad, mientras el SNTE absorbe 97.2 por ciento del presupuesto educativo.
Arturo Gómez Salgado
Con un nivel reprobatorio de 70 por ciento en aptitudes para impartir conocimientos, ausentismo de 30 por ciento debido al encargo de “comisiones sindicales” y con 17 por ciento del tiempo perdido en aulas para apenas pasar lista o poner orden entre los alumnos, los maestros mexicanos miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) figuran entre los de más bajo rendimiento profesional en el mundo, pero también dentro de los que perciben mejores salarios y prestaciones, significando éstas el pago efectivo de 466 días al año.
De acuerdo al Estudio Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (Talis, por sus siglas en inglés), la baja calidad educativa en México contrasta con el creciente presupuesto que ejerce el gobierno federal en este rubro, que ya alcanza siete por ciento del PIB, pero de esto, 97.2 por ciento se canaliza al gasto corriente; por tanto, sólo 2.8 por ciento va para infraestructura, equipamiento, investigación y material didáctico. La enorme carga que significa el pago de salarios y prestaciones a un millón 500 mil maestros pertenecientes al SNTE, que tan sólo en los últimos cuatro años acumularon incrementos salariales de 25 por ciento, es la principal causa de que el gasto anual por estudiante en educación primaria sea de sólo mil 357 dólares, frente a los seis mil 687 dólares que destinan los países miembros de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), aunque éstos con un presupuesto educativo no mayor a seis por ciento del PIB, subraya el estudio del organismo internacional.
A la creciente inversión que se destina al sector educativo —210 mil millones de pesos en este año—, se suman millonarias aportaciones gubernamentales al poderoso sindicato magisterial para capacitación, carrera magisterial, becas y fondo de vivienda —éste último acumula ya más de 15 mil millones de pesos— que la dirigencia sindical maneja discrecionalmente, al igual que las cuotas sindicales de sus 55 secciones que se estima superan los mil 200 millones de pesos anuales.
Según evaluación del consorcio internacional Rand Educación, el gobierno federal está desperdiciando recursos valiosos en financiar a una agrupación sindical corporativa y en mantener una planta docente que no cumple con los estándares mínimos para impartir enseñanza, lo cual obstaculiza los esfuerzos por mejorar la calidad educativa en el país y se manifiesta en estudiantes de ínfimo perfil, que mantienen el último lugar del ranking mundial de la OCDE en aprovechamiento escolar, comprensión de lectura, ciencias y matemáticas. En cambio, señala la Rand, protegidos por la dirigencia magisterial, los maestros miembros del SNTE no sólo perciben salarios equiparables nominalmente a sus pares de Finlandia, Nueva Zelanda y Suecia, sino que están exentos de evaluaciones constantes y se les permite cobrar salarios hasta en tres plazas con sus respectivos estímulos y prestaciones. En promedio, un maestro trabaja siete meses efectivos al año, pero gana casi 16 meses de salario, sin incluir otras compensaciones.
En la evaluación se aclara que no todos los maestros gozan de esos beneficios, extendidos particularmente a los simpatizantes de las dirigencias seccionales del SNTE, y que no obstante el compromiso de la Alianza por la Calidad de la Educación de asignar las nuevas plazas a personal que demuestre capacidad y óptimo desempeño profesional, se prosigue con el viejo esquema de otorgar esas vacantes por afiliación política-sindical, compadrazgo o pago de favores, como recientemente sucedió en Aguascalientes, Hidalgo, Baja California y Nuevo León, donde mediante un “Concurso Intermedio” y sin evaluación previa de los candidatos, fueron asignadas ocho mil 110 plazas de las 30 mil previstas para este año.
Michael Davidson, analista de la División de Indicadores Educativos de la OCDE, señala que el desinterés de los maestros mexicanos por capacitarse o aumentar su productividad está directamente vinculado con que una vez obtenida la plaza o el rango de carrera magisterial, tienen ya garantizados los estímulos económicos a lo largo de su carrera, a diferencia de otros países como Bulgaria, Suecia y Finlandia, en que es permanente y obligatoria la evaluación para conservar la plaza docente. El especialista advierte que en tanto no se establezcan programas que vinculen el salario a la productividad y desempeño escolar, la calidad de la educación en México continuará a la zaga, no obstante los enormes recursos económicos que destina el gobierno federal.
REPROBACIÓN Y APATÍA
En la prueba de evaluación para ocupar una plaza docente realizada en noviembre de 2009, sólo tres de cada 10 maestros con experiencia profesional de al menos una década obtuvieron un resultado mayor a 25 aciertos de una prueba de 80 preguntas, en tanto que para escalar al rango de carrera magisterial únicamente uno de cada 10 obtuvieron resultado aprobatorio. La SEP, en su documento “Calidad Educativa”, reconoce que la gran mayoría de los aspirantes a carrera magisterial alcanzaron tres puntos de 20 posibles, mientras que 70 por ciento de los aspirantes a una plaza que prestan sus servicios por honorarios registraron un desempeño deplorable, lo que obliga su regreso a las aulas para capacitarse debidamente.
Sin embargo, inexplicablemente, en diciembre de 2009 la Secretaría de Educación Pública anunció que los maestros reprobados serían incluidos en el programa de retabulación salarial, que implica incrementos de entre 20 y 150 por ciento, además de que hace unas semanas decidió otorgar un aumento salarial adicional de 4.9 por ciento más otras partidas que incluyen 350 millones de pesos para carrera magisterial, 489.3 millones para formación académica, 750 millones para la creación de plazas y 150 millones para el programa de tecnologías educativas, recursos cuyo ejercicio y distribución estarán discrecionalmente a cargo del SNTE.
En las pruebas de desempeño profesional realizadas a los maestros, las entidades que registraron mayor número de no capacitados para impartir clases son Jalisco, Tabasco, Veracruz, Guerrero, Michoacán y Puebla, donde existen más de 20 mil vacantes para los niveles de primaria y secundaria. El desinterés de los maestros por capacitarse se refleja directamente en los resultados de los Cursos Nacionales de Actualización de Educación Básica, donde, de un millón 500 mil maestros, sólo 431 mil acudieron a esos cursos y de ellos sólo 37 por ciento los aprobó.
El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) señala que los cursos de actualización tienen una duración de 120 horas y pueden ser tomados a distancia o de manera presencial en algunos de los centros de capacitación que existen en el país. Sin embargo, la mayoría de los docentes no están dispuestos a invertir algunos fines de semana o parte de las vacaciones de verano para acudir a cursos sobre manejo de material didáctico, pedagogía o acceso a las nuevas tecnologías, como Enciclomedia e internet. Gilberto Guevara Niebla, experto en programas educacionales, dijo que la escasa capacitación del personal docente impedirá avanzar en el mejoramiento de la calidad educativa y en el acceso a las nuevas tecnologías. Apuntó que el programa Enciclomedia, que ahora intenta retomar el actual titular de la SEP, se implementó hace más de ocho años en los países miembros de la OCDE, donde los alumnos de primaria trabajan ya con sistemas computacionales avanzados. “Lo interesante, dijo, será saber si el magisterio está preparado para operar las 300 mil computadoras, cuando en las recientes pruebas de evaluación 60 por ciento no tenía idea de cómo manejar el material didáctico tradicional”.
LAS REMUNERACIONES
Evaluaciones de la OCDE subrayan que frente a su baja productividad y elevado ausentismo, un maestro miembro del SNTE percibe un salario 2.2 veces mayor al ingreso per cápita promedio de los mexicanos que, en su gran mayoría, no cuentan con prestaciones como seguridad social, aguinaldo, dobles turnos, compensaciones, fondo de vivienda y vacaciones que para el caso del magisterio se extienden por 90 días. Los días pagados a los maestros por “comisiones” o dobles turnos arroja un promedio de 466 días al año, lo que significa casi 16 meses consecutivos en que sólo imparten 200 días de clases, frente a los 240 días en los países miembros de la OCDE.
Además, en promedio, un maestro pierde 17 por ciento del tiempo efectivo de clases en pasar lista y poner orden en el salón, frente a un promedio de nueve por ciento en otras naciones que, por otra parte, extienden horarios para profundizar en el manejo del material didáctico y nuevas tecnologías. De acuerdo al organismo internacional, el ausentismo del personal docente limita a sólo 13.2 años la preparación del alumno, lo que contrasta significativamente con los 16.1 años que en promedio invierten en su preparación estudiantes de Brasil, Estados Unidos, Polonia, Portugal, Argentina y Japón.
A partir del ingreso per cápita que perciben los maestros mexicanos, estimado en 19 mil pesos mensuales, incluidas prestaciones y bonificaciones, la OCDE señala que sólo son superados por sus similares de Corea, Alemania y Suiza, mientras los profesores con los más bajos salarios son los de Eslovenia, Islandia, Polonia, Noruega y Hungría, cuyos alumnos a pesar de eso figuran en los primeros lugares en aprovechamiento escolar, ciencias y matemáticas.
En su informe “Panorama Educativo”, la OCDE subraya que la estructura del presupuesto educativo de México deja muy poco para invertir en otros rubros, como equipamiento escolar, investigación y capacitación del personal docente, a lo cual sólo se canaliza 2.8 por ciento del gasto, yendo el resto para el pago de una planta laboral político-burocrática más empeñada en exigir nuevas prebendas que asumir un compromiso firme de mejoramiento en la calidad de la enseñanza: por ello la situación en el país es calificada como “el secuestro de la educación en México”.
Fuente: http://www.msemanal.com/node/2380
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