De los antecedentes más directos de la educación socialista fue la llamada educación racionalista. Aquí les envío un artículo sobre ese tema, aparecido en Educación 2001. Vale.
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LA ESCUELA RACIONALISTA MEXICANA.
Orlando Rodríguez Núñez.
En el primer cuarto de este siglo y como producto del reacomodo de la sociedad mexicana propiciado por la efervescencia revolucionaria, el país se convirtió en un escenario en el que intelectuales y políticos confrontaron, más allá de las armas, sus propuestas de cambio para dotar a la nación de una personalidad y un perfil en consonancia con el espíritu de la revolución de 1910.
El escenario era de contradicciones, plural, de indefiniciones en muchos aspectos, pero profundamente comprometido con lo popular, lo cual alentaba entre otras cosas un creciente interés por la actividad educativa que entonces se caracterizaba por la pasión y la creatividad. En este escenario, el debate propició el surgimiento de varias corrientes pedagógicas que tuvieron como eje el positivismo que alumbró la educación nacional durante la segunda mitad del siglo XIX.
De estas corrientes, la creada por el pedagogo español Francisco Ferrer Guardia encontró en México un terreno fértil en el cual germinó. El grupo anarquista Luz y casi simultáneamente la Casa del Obrero Mundial, se propusieron difundir y establecer en 1912 a la Escuela Moderna o Racionalista de Ferrer en todo el país como respuesta a las inquietudes de algunos grupos revolucionarios.
No todo el país fue receptivo a esta corriente educativa pero, de la mano de la Revolución, ésta se desplazó geográficamente hacia los estados del golfo de México, particularmente a Yucatán. Allí el general Salvador Alvarado, había creado un ambiente propicio desde su llegada en 1915, con el impulso extraordinario que su gobierno dio la educación.
Alvarado convocó en septiembre de 1915 a un Congreso Pedagógico en el que los maestros yucatecos confrontaron sus propuestas; los defensores de un nuevo sistema se impusieron a los partidarios sus propuestas; los defensores de un nuevo sistema se impusieron a los partidarios de “la escuela-cárcel”. José de la Luz Mena, Edmundo Bolio y Agustín Franco Villanueva, entre otros, fueron de los más interesados en difundir los preceptos de la escuela racionalista que hacían énfasis en el proceso sencillo, funcional y evolutivo con que se adquieren los conocimientos en un clima escolar de completa libertad.
El desarrollo de una Escuela Moderna o Racionalista siguió un camino ascendente a partir de la publicación en Mérida, en 1916, del libro pionero de este sistema educativo: De las tortillas de lodo a las ecuaciones de primer grado firmado por el maestro José de la Luz Mena, el teórico y más contundente defensor del racionalismo educativo mexicano.
En 1917 se instaló en Mérida la primera Escuela Racionalista, y como esta corriente estaba ligada indisolublemente al proceso político yucateco, su camino siguió el de los más trascendentes acontecimientos. Así, fue motivo de discusión en el Quinto Tema del Primer Congreso Obrero Socialista celebrado en la ciudad de Motul, Yucatán, del 19 al 31 de marzo de 1918.
En agosto de 1921, el Decimotercer Tema del Segundo Congreso Obrero Socialista celebrado en la ciudad Izamal, Yucatán, fue la educación. La conclusión tercera de este tema decía:
La escuela Racionalista que se establezca por iniciativa de las Ligas
de Resistencias debe ajustarse a estos tres principios básicos: a) Uni-
fijación del Sistema Escolar, b) capacitación para el trabajo de utilidad
social, y c) educación para la vida cívica y política.
El clímax de la Escuela Racionalista fue la Ley de Institución de la Educación Racionalista Promulgada por el gobernador Felipe Carrillo Puerto mediante el decreto No. 1 del estado de Yucatán del 6 de febrero de 1922. Esta Ley hacía énfasis en la educación por la acción, en la adquisición de conocimiento por medio de la libertad, en la cultura política, en los derechos y prerrogativas de los ciudadanos, y en el impedimento a sacerdotes y a personas de órdenes religiosas a impartir, en ningún caso, instrucción en las escuelas privadas oficiales.
La teoría y la experiencia de la práctica educativa racionalista de Yucatán se difundió principalmente, con singular éxito, en los estados de Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
En su libro: ¡Sólo la Escuela Racionalista Educa! (1930) José de la Luz Mena vierte los siguientes conceptos “La escuela racionalista se abre paso a paso con más o menos dificultad, como todo lo que significa civilización o cultura; pero es oportuno repetir que mientras esa escuela no se generalice, la revolución social mexicana está a merced de peligrosas claudicaciones; y la raza, a la desorientación de sus poderes ingénitos por la influencia por las actuales sistemas escolares”.
La Escuela Racionalista Mexicana nació y se consolidó en Yucatán mediante el período socialista del gobierno de Felipe Carrillo Puerto (asesinado el 3 de enero de 1924) y fue el profesor José de la Luz Mena Alcocer, su principal teórico y impulsor.
En la Declaración de Principios de la Escuela Racionalista dice Mena:
Se caracteriza, además, por una nueva concepción filosófica del mundo, que resuelve las dudas del hombre en el sentido monístico, genético y evolucionista, fortalece los ideales y se involucra en los problemas de la vida, rechazando los viejos dogmas religiosos y dualistas que orientan los actuales sistemas educativos…
La escuela actual no responde ya a las exigencias sociales de esta época, ni a las últimas conclusiones científicas, siendo en consecuencia una institución que ha domesticado y no ha educado; un lastre, un resto de civilizaciones agonizantes; algo antinatural y anticientífico que urge destruir para que no estorbe ni la ineludible transformación social ni la incontenible marcha de la civilización contemporánea…
La Escuela Racionalista no tiene dioses ni acepta la existencia de vidas ultraterrenas; reconoce la necesidad de investigar las causas del desenvolvimiento humano desechando de plano todo procedimiento que esté reñido con las leyes de la naturaleza; admite que el determinismo con todos los órdenes de la realidad; repudia, por no tener demostración experimental posible, las teorías basadas en el dualismo, con las cuales se pretende dar a conocer la esencia misma de la vida, y declara que la base fundamental de su programa es el enérgico con las demás leyes naturales que, como la evolución, el determinismo, etcétera… están dentro de dicho sistema.
Aunque Mena no acepta la influencia de Ferrer Guarida en su Escuela Racionalista, las similitudes demuestran lo contrario. El impacto de estas escuela en el sureste de México tuvo como sustento un cuerpo de maestros formado en el liberalismo del Instituto Literario y la Escuela Normal de profesores a finales del siglo XIX y principios del XX; un ambiente social, político y económico que le dieron los gobiernos de Salvador Alvarado y Carrillo Puerto; una Ley de Institución de la Educación Racionalista y el compromiso y difusión de maestros que como Mena, además de su práctica, generaron la teoría de los textos relativos.
Su perfil anticlerical, casi ateo, y cientificista, embonaron en la segunda y tercera décadas de este siglo.
Sus fundamento científicos y pedagógicos los sintetiza Mena de la siguiente manera: Es (la Escuela racionalista)
…Un cuerpo de doctrinas educacionales basadas en el monismo y demás leyes naturales que con él se relacionan, y cuyo objetivo es transformar, por la influencia de ambientes adecuados al desarrollo biogénetico, las actividades naturales del niño, en ciencia de trabajo, como base de economía, y en solidaridad como principio moral.
La Escuela Racionalista es espontánea, antiautoritaria; no acepta que el maestro, ni nadie, se imponga sobre el niño. Afirma que la educación debe ser el resultado natural del libre juego entre las influencias del ambiente adecuado y las reacciones del niño. Un medio psicológico y materialmente enfermo no puede producir una generación de hombres sanos y libres. El instinto, el temperamento, las tendencias congénitas son, gracias a la herencia, experiencias de nuestros antecesores, y la Escuela Racionalista ofrece al niño los medios adecuados ofrece al niño los medios adecuados para el desenvolvimiento de tales procesos.
Tales postulados no sancionan ningún sistema de moral dogmática, apriorística, verbal, abstracta; la moral es una función social y, por lo mismo, solo con la vida colectiva surge y se desenvuelve.
La Escuela Racionalista es un ejemplo más de los caminos que los pueblos ensayan en busca de su personalidad.
Fuente: Revista EDUCACION 2001, México, # 26, Julio 1997, pp. 46-48.
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